Por Sebastián Deferrari //
En el barrio Ejercito de los Andes (Fuerte Apache) el jueves vivimos un día especial. Más de 30 chicos y chicas del barrio fuimos invitados a visitar el Museo de River Plate, gracias a la coordinación de Gastón “Chiqui” Leclet que fue quien construyó los lazos con River.
Junto a Luciana Contursi y desde el Club El Apache acompañados por “Machi”, el Presidente, nos levantamos todos bien temprano, pero con la alegría de lo que íbamos a pasar ese día. El viaje de ida se hizo un poco largo, el tráfico de la mañana multiplicó nuestra ansiedad. Pero apenas pasadas las 10 am ya pudimos ver el Estadio Más Monumental desde el micro y cantamos y celebramos como si hubiera hecho un gol el Millo.
En el club nos recibieron Paz Morad, coordinadora de programas educativos y sociales y Ana Gorostiza responsable administrativa de la Fundación River.
Paz se transformó en una más de nosotros por toda la jornada.
Con Juan Sosto iniciamos el recorrido del Museo y con un viaje en el tiempo conocimos la historia del Club desde su fundación hasta la actualidad. Vimos un video que nos emocionó y fuimos atravesando las décadas de surgimiento y de consagración y gloria del club más hermoso de todos.
Recorrimos la sala con las maquetas del Estadio, desde el primero hasta el Monumental tal como lo vemos hoy y que será, en muy poco tiempo, el Estadio con mayor capacidad de América. También pasamos por la sala de copas y disfrutamos de un poco más de historia y de los triunfos que nos hicieron grandes.
Pero sin dudas el momento más emocionante fue la sala especial dedicada a la Copa Eterna, la que en el 2018 ganamos en Madrid a los rivales de siempre y que es única, irrepetible e inolvidable. El video narrado por el Muñeco de esa Copa hasta llegar finalmente al último partido en Madrid y a volver a escuchar y va el tercero y va el tercero y va el tercero no hizo estallar en un grito de gol y revivimos la alegría inmensa que nos dio River, esos jugadores, ese cuerpo técnico que será para siempre.
El final de nuestro recorrido no pudo ser mejor y tuvimos el privilegio de ingresar al Estadio y nada menos que desde el Palco Presidencial pudimos ver la cancha, ese césped verde hermoso y la magnitud de nuestro Estadio.
Pero las sorpresas no terminaron ahí, tuvimos nuestro momento de juegos y de diversión con los profes Belén Bianchi y Giuliano Baruzzo, coordinadores de valores a la cancha, que nos armaron carreras de embolsados, un Jenga gigante y un memotest que hacía hincapié en los valores que se representan y difunden desde River.
Y hasta hubo un regalo sorpresa que concluyó nuestro día de manera inmejorable.
Y como para que la jornada sea todavía mejor uno de los chicos que llegó al paseo siendo hincha de los bosteros se fue con la pulserita de River puesta y la pelota bajo el brazo cantando las canciones del Millo. No solo ganamos un hincha, sino que, además vivimos una experiencia hermosa, de mucha alegría de ver las sonrisas y la felicidad hecha carita de pibe de los chicos y las chicas de El Apache.
