La gastronomía ya es una tendencia inevitable en el Barrio Mugica y Alexander Osorio Ramos desarrolló un emprendimiento único en el barrio con su restaurante OSOSHI NIKKEI. Delicia, estilo y experiencia de sabores.
Buenos Aires, Argentina – En el corazón del Barrio Mujica, antes conocido como Villa 31, florece una historia de superación y sabor que está revolucionando la escena gastronómica: Ososhi Nikkei. Este emprendimiento de sushi de fusión peruano-japonés, liderado por el talentoso Alexander Osorio Ramos, está demostrando que la pasión y la calidad no tienen fronteras, conquistando tanto a vecinos como a paladares exigentes de toda la ciudad.
Alexander, originario de Perú, llegó a Argentina con el sueño de crecer en el mundo de la gastronomía. Tras forjar su camino desde abajo en diversos restaurantes y estudiar formalmente su pasión, la pandemia de COVID-19, lejos de frenarlo, encendió la chispa de la innovación. Fue entonces cuando nació Ososhi Nikkei, inicialmente como un servicio de delivery que operaba desde su hogar.
Lo que hace a Ososhi Nikkei verdaderamente único es su ubicación y su propuesta. En un barrio con una fuerte impronta de la cocina peruana, Alexander decidió apostar por el sushi, un plato que a menudo se percibe como exclusivo. Su visión fue clara: romper prejuicios y hacer accesible un producto de alta calidad a precios justos para la comunidad local, sin sacrificar la frescura ni el sabor. «Quiero que mi gente del barrio pueda disfrutar de un buen sushi», afirma Alexander, quien hoy es cariñosamente conocido como «el chico del sushi» en Barrio Mujica.
El éxito de Ososhi Nikkei reside en la dedicación y el compromiso con la calidad. Alexander enfatiza la importancia de utilizar ingredientes frescos, abastecidos diariamente, y de preparar cada pedido al momento. Esta atención al detalle se traduce en creaciones innovadoras que fusionan magistralmente los sabores japoneses, peruanos y nikkei, como el original rollo de sushi a base de papa, un homenaje a su sobrino que demuestra su creatividad sin límites.
La historia de Alexander no solo es un testimonio de emprendimiento, sino también un ejemplo de cómo los negocios pueden generar un impacto positivo en sus comunidades. A pesar de los desafíos económicos que atraviesa Argentina, Ososhi Nikkei se mantiene firme, demostrando que la calidad y los precios justos son la clave del éxito. Alexander, quien ya recibió el apoyo de figuras públicas como Jorge Macri, tiene grandes aspiraciones: expandir su negocio manteniendo su arraigo en el barrio y, a futuro, ofrecer clases de sushi para compartir su conocimiento.
Ososhi Nikkei no es solo un restaurante; es un símbolo de resiliencia, innovación y la capacidad de transformar un barrio a través del sabor. Si aún no lo conoces, la invitación está abierta para descubrir los sabores únicos de @ososhinikkei y ser parte de esta inspiradora historia.
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