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Un mundo amarillo: «La lucha por sobrevivir»

Foto: Uma Nielsen. Maximiliano Castillo, un poeta en situación de encierro.

(La historia de un poeta rebelde en situación de encierro)

Por Evio Báez @baezelvioantonio

Maximiliano Omar Castillo | nació un 24 de noviembre en Villa Soldati en el año 2002. Desde muy chico quedó al cuidado de sus abuelos ya que su madre quedó detenida. Desde pibito se interesó por el arte, especialmente por la música, el canto y la escritura, experiencias que abandonó rápidamente por el delito. Fue detenido 10 veces y baleado a los 14 años. A los 16 queda detenido por la causa que actualmente lo priva de su libertad. Logro terminar sus estudios secundarios, volvió al arte y se resignifica nuevamente publicando su primer libro “Pequeños sentimientos en un mundo amarillo” publicado a la espera de recuperar su libertad. Esta es su historia detrás del encierro.

En un mundo donde las circunstancias parecen ser insuperables, se levanta la voz de Maximiliano Castillo, el poeta que, a pesar de encontrarse en situación de encierro, encontró en la escritura una forma de poder expresar sus sentimientos, sueños y reflexiones. Su libro, «Pequeños sentimientos en un mundo amarillo», es su testimonio, su capacidad para transformar las experiencias más difíciles en arte.

¿Cómo fue escribir tu libro en situación de encierro?

Me veía en situaciones difíciles donde la corrupción del sistema carcelario me quería apagar, donde me querían hacer sentir un número más donde mi identidad era solo un simple legajo, donde mi palabra no valía y mis derechos no se respetaban. Mi libro lo publiqué a costillas de mis amenazas, negociaciones con el director general que si me ayudaba a publicar este libro yo le prometía frenar el caos sobre la corrupción que había.
Yo tenía en mente contenido de alto calibre, e ideas que harían cambiar muchas cosas.

Maxi nunca se imaginó que el encierro sería como un motor y que de ahí naciera su pasión por la escritura. Fue en ese lugar también donde encontró la oportunidad de reflexionar sobre sus sentimientos y experiencias. La lectura de Camilo Blajaquis fue por ejemplo el impulso que lo llevó a seguir por este camino.

La inspiración para escribir puede llegarle en cualquier momento, especialmente cuando escucha música, leyendo obras de otros autores o escuchando historias de personas que han vivido experiencias similares a él. «Es el amor, la ternura y las emociones profundas las que realmente alimentan mi creatividad», explica.

A pesar de las adversidades, Maximiliano nunca perdió la esperanza en su futuro. Su determinación y perseverancia lo llevaron a publicar su primera obra, incluso en medio de amenazas y negociaciones con las autoridades.

El título de su libro nos conecta con el mundo que conoció, un mundo de carencias y desafíos, pero también de amor y mucha resiliencia. La portada de su libro es un símbolo de su compromiso de jamás olvidar de donde salió y de la gente que lo rodeó en aquel momento de su vida.

Ante la pregunta de qué consejo le daría a alguien que estuviera pasando por una situación similar, Maximiliano responde con honestidad y pureza. «Les diría que no pierdan la esperanza, que no se rindan. Busquen una forma de expresarse, de canalizar sus emociones y sentimientos de manera saludable. Y que nunca pierdan la esperanza en sí mismos y en sus sueños».

La historia de Maximiliano Castillo es un testimonio poderoso de la capacidad humana para transformar las adversidades en oportunidades de crecimiento y expresión. Su poesía y su mensaje nos ofrecen una luz de esperanza para aquellos que se encuentran en situaciones parecidas, recordándoles que, incluso en los momentos más oscuros, la creatividad, la determinación y el amor hacia uno mismo pueden ser fuerzas transformadoras.

Redacción y producción periodística: Elvio Báez

Fotos: Uma Nielsen

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