Un universo llamado Juan
Juan, “el viejo “como saben ya, es un trabajador de los de antaño, de aquellxs oficios de los que no queremos olvidarnos, porque son muy hermosos de preservar y cuidar. Juan vive en el barrio desde 1983 y ya lleva más de 25 años trabajando de bicicletero en Itatí.
Él es Juan Santillán, vecinx de Itati, y en está oportunidad nos abrió la puerta de su casa para conocer un mundo desconocido para quizás muchxs de todxs lxs habitantes de Villa Itati. Un universo llamado Juan. ¿Entramos?
Por Elvio Baez
Periodista de Villa Itatí –
Juan, “el viejo “como saben ya, es un trabajador de los de antaño, de aquellxs oficios de los que no queremos olvidarnos, porque son muy hermosos de preservar y cuidar. Juan vive en el barrio desde 1983 y ya lleva más de 25 años trabajando de bicicletero en Itatí, y la verdad que cuenta él es que desde que comenzó con esto, no paro nunca, cuando empezó allá por el año 95’ lo hizo por necesidad, pura y exclusivamente por eso, pero que por otro lado fue un trabajo que descubrió y que lo practico con mucha paciencia, dedicación y amor.
Destaca además lo siguiente: ” Este trabajo es pura paciencia, yo me siento conforme, me gusta mucho éste trabajo”.
Cuenta Santillán que en esas épocas de los años 90’ llegaba a trabajar por día con 7 u 8 bicis (reparadas, hechas) y que hoy ese panorama no se ve más así, pero porque muchxs ahora tienen autos y motos, quizás esa sea la mejor respuesta y obviamente sumarle la condición de la pandemia y el contexto actual.
Dentro de sus trabajos más habituales se encuentra el arreglar las cámaras de bici, parchar, centrar y cambiar repuestos, inclusive la maza de la bici.
Juan nos da un paneo de su trabajo y dice que una de las cosas que mas se vende por ahora son cubiertas. Entiende Santillán que la situación no esta fácil y que hoy comprar una cámara para la bici esta alrededor de 1500 pesos, cuando antes de la pandemia estaba 700 pesos, “una locura como subió todo” aclara y agrega además que ante esta situación hace lo posible para que aquél que no cuente con el suficiente dinero para comprar uno nuevo, él se la rebusca para encontrar un precio mas accesible, nos decía: “ en la mitad de los que llevamos de la pandemia una cubierta valía 700 pesos, ahora vale 1400 pesos con suerte o 1500 según donde se compre, ahí a mi no me queda margen, antes compraba una cubierta por 600, 700 pesos y lo vendía a 900, algo quedaba pero ahora no, nada, hoy está todo más caro”.
Éste oficio de bicicletero a Juan lo ayudo y aún lo ayuda a sobrevivir, ya que solo cuenta con una mínima jubilación, pero no se rinde fácilmente, Juan sabe que esta todo difícil hoy, pero mas allá de eso él incluso sigue pensando en aquellxs personas que vienen a traerles un trabajo para hacer, contaba que el oficio lo descubrió en la practica, él solito aprendió todo de ese mundo bicicletero, hasta incluso crea sus propias cámaras de bicis’ (arreglos que hace de cámaras usadas para reutilizarlas varias veces más), nos decía esto y afirmaba: “ yo aprendí solo éste oficio, mirá hasta hago cámaras para bicis, y las vendo a 200 pesos,300 pesos porque hoy una nueva esta valiendo 500 pesos, entonces yo las arreglo y las vuelvo a vender a precio más económico”.
¿Quiénes son sus clientes más habituales? Mirando fuertemente con ánimos sus trabajos y taller nos contaba lo siguiente: “Hoy mis clientes más recurrentes o más habituales son los niñxs, que vienen para parchar, los grandes no tanto, los chicxs sí, porque casi siempre es habitual que se les pinche la rueda, otro viene por que se le torció la llanta, los grandes no veo mucho porque algo es verdad, los grandes se cuidan más y agrega: “Muchxs de los chicxs que vienen, vienen a pedirme cubiertas usadas porque no les alcanza la plata”.