Opinion

¿Por qué nos está ganando la Comunidad de los Tranzas? 

Julio Zarza es militante, actor y director de Mundo Sur FM. A causa de su experiencia de vida, lucha por la recuperación de los pibes en situación de adicciones y la cuenta en primera persona

Por Julio Zarza, Director de Mundo Sur FM.

A mí me salvó la vida una comunidad. Lo digo literalmente como lo decimos muchos que llegamos a una comunidad terapéutica con el alma en las manos.

El día que me interne llamé a la obra social, a la policía, al SAME, al 911 y ninguno me dio la respuesta, nadie me vino a buscar. Eso que yo estaba viviendo en Palermo “me había ido de la villa para rescatarme”, remarco esto porque una ambulancia que sea de la obra social o del SAME no podría argumentar zona peligrosa para no entrar, como  lo sigue haciendo hasta hoy en día ante el pedido de una ambulancia en las villas.

Un amigo a quien llamé si vino, vino directamente a buscarme para llevarme a una comunidad terapéutica. Así conocí la Fundación Aylen. Normalmente las comunidades esperan a que estés desintoxicado para hacer la admisión. En mi caso me admitieron así como estaba. Todavía estaba bajando, pero me aceptaron, tuve la suerte de que no me descartaron, esa suerte mía que me acompaña a la hora de recibir amor. Cuando conocí la casa donde me quedaría dije: ¡Fuaa  acá ustedes están re bacan!

La casa tenía sus normas de convivencia, sus horarios,  sus confrontos. Para los que no conocen una comunidad terapéutica y su vocabulario, los confrontos consisten en  romper una complicidad, un silencio, poder decirle al otro algo que está mal,  marcar una ruptura de normas de la casa, por nombrar algo. Los confrontos se pueden dar en una ronda donde estén todos los internos, inclusive a veces las autoridades de la comunidad. Todos tienen la posibilidad de confrontar. Se empieza desde un integrante de la ronda hasta completar la rueda de confrontos pasando uno por uno. Puede suceder que alguno pase de confrontar porque no tiene nada que decir, también si no confronta es raro. La persona que recibe el confronto solo debe decir ¡Lo tomo! sin cuestionarlo. Por ejemplo: ¡Te confronto por no revertir el baño! Tal vez me bañe y no seque el baño y esto mereció que me confrontaran en una rueda y me cueste un S.A. (Situación de Aprendizaje) Así ibas acumulando SA la que ibas saldando, con tareas de limpieza, si acumulabas mucho tal vez podría costarte una salida, una llamada o una sanción en tu hora  libre, no recibir golosinas etc. Hay granjas y comunidades donde los confrontos se dicen gritando y los SA se quitan haciendo pozos o cepillando los pisos con cepillo de  dientes.

En fin las CT (Comunidades Terapéuticas)  no tienen un manual. Al igual que N. A. (Narcóticos Anónimos) se formaron por adictos que propusieron recuperarse. Algunos aplicaron reglas que aprendieron en el servicio militar o tomaron reglas de otras comunidades. En particular no me costaron mucho las normas y las tareas ya que muchas de esas cosas las había aprendido en casa desde chico.

Cuando ingresas te designan un hermano mayor que es quien te explica las normas, trata de guiarte en el léxico y te acompaña para que no te quedes solo. Los primeros 15 días estas fuera de estructura, esto significa que todavía no te exigen apegarte a las tareas, normas y horarios. Y vas avanzando en tu tratamiento por etapas: Admisión, Comunidad, Comunidad avanzada y Reinserción, también vas avanzando en los roles de la casa. Ayudante de cocina, Cocina, Encargado de Tareas, Mantenimiento, Pañol y encargado de la Casa. Cada rol tiene su responsabilidad y sus permisos. En estos roles se mide mucho si sos convincente o  si haces abuso de poder,  la vida misma.

Recordemos que muchos que ingresamos a una CT tuvimos que reconstruirnos totalmente. La droga se había llevado nuestra credibilidad, nuestros límites, nuestro afecto, nuestra higiene, nuestra vida.

Argentina es uno de los pocos países que tiene una SEDRONAR. www.argentina.gob.ar/jefatura/sedronar

 

Muchas comunidades tienen convenio con la SEDRONAR. Un adicto que busca recuperarse por medio de una comunidad terapéutica y no tiene una obra social o recursos para cubrir su tratamiento el Estado tiene convenios y los beca el 100%. Nunca las comunidades terapéuticas son gratis. Hay granjas donde tenes que salir a vender panificados, seguramente alguna vez nos cruzamos con algún vendedor con su canasto en el transporte público por ejemplo.

En mis casi dos años de tratamiento quise abandonar más de una vez. Vi pasar muchos que no se adaptaron y eso que nuestra CT era bastante light  comparada con lo que contaban algunos chicos o chicas que habían pasado ya por varias instituciones.

Nada te asegura que hacer tratamiento te “cure para siempre”. Hay personas que viven de tratamiento en tratamiento, otras como en mi caso que se graduaron y recayeron una y otra vez. Otras que jamás vuelven a tocar el alcohol, tabaco o alguna sustancia. Otros que aprendieron a vivir con menos culpas y otros que se pueden tomar una cerveza y no pasa nada y otros que no se dan ningún permiso con ninguna sustancia. Algunos simplemente dejaron de consumir sustancia pero siguen teniendo actitudes de mierda. Porque recuperarse no es solo dejar de consumir sustancias.

Con mis compañeros en la CT decíamos que muchas personas deberían hacer tratamiento, inclusive aquellas que no consumen ninguna sustancia. Porque lo que se trabaja ahí es la actitud y la manera de vivir.

Cuando “terminé mi tratamiento” quería internar a muchos de mis amigos que estaban mal con la sustancia. Recuerdo una vez que acompañé a un amigo a la SEDRONAR para que lo becaran y pudiera ir a la comunidad donde fui yo. Nos boludearon literalmente. No era tan sencillo solicitar de una beca, tenía que ir una y otra vez a entrevistas para afirmar sus ganas de hacer tratamiento. Está de más decir que no logré convencerlo más de dos veces. Días después sufrió un ACV. Con amigo que intente internar con la misma metodología nos atendió la misma burocracia. Me gritaba desde la esquina en la villa: ¡Tochiro como me discriminaron! Lo único que pude hacer es agachar la cabeza y seguir intentando.

Eso  pasó en el 2011. Me sentí tan impotente. Hace unos años también lleve a una amiga del barrio al Hospital Laura Bonaparte (Ex CENARESO) Cabe destacar también que Argentina  tiene un Hospital para las adicciones. O sea que institucionalmente estamos muy bien.

¿Entonces por qué nos está ganando la Comunidad de los Tranzas?

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