Stand up villero, el documental
Se estrenó en las salas de cine ayer jueveds 24 de Octubre.
Damián, Seba y Germán son tres cómicos que hacen stand up en bares y teatros. Los tres jóvenes viven en barrios populares del conurbano y es precisamente la realidad -cruda, desgarradora- de esas zonas la que describen en cada uno de sus monólogos, en los que se meten con cuestiones extremas, la delincuencia, las drogas, el aborto, la corrección política, los prejuicios sociales y las diferencias de clase. El documental de Jorge Croce pendula con más aciertos que carencias entre sus historias de vida, sus dinámicas familiares y sus actuaciones sobre los escenarios para trazar esos caminos de búsquedas artísticas, de superación y en varios casos también de redención
“Que mejor arma que un micrófono y en manos de un villero”, reflexiona Damián Quilici, comediante que hace stand up villero. Junto a Germán Matías y Sebastián Ruiz fueron los pioneros de este movimiento que, por haber nacido en el conurbano y hablar de la cotidianeidad en los barrios humildes, fue tildado como “villero”. A ellos, ese mote les es indiferente: “Nosotros hacemos humor autorreferencial entonces, por decantación, cambia del stand up tradicional. Hay chistes a los que gente de otras clases no van a llegar porque por ahí nunca tuvieron las necesidades que nosotros contamos”, explica Ruiz. Tiempo atrás incursionaron en ese género que estaba tan de moda -el stand up- y lo volvieron propio: querían mostrar cómo vivían, de una manera graciosa y sin dramatizar.
Los guiones que se hacían en los shows tradicionales no tenían nada que ver con su realidad. Hasta ese entonces, los comediantes solían ser de clase media y los problemas que volvían chistes eran más superficiales: se burlaban, por ejemplo, de que iban a poder viajar a Miami una sola semana y no dos. A Damián, Sebastián y Germán eso no los interpelaba y empezaron a reírse de temas que sí los atravesaban.
Justamente eso fue lo que llevó a Jorge Croce, guionista y director, a querer hacer una película con su historia: “Ese tipo de humor clase mediero, que era lo que más o menos se veía en el stand up, ellos lo destruían y hablaban de paredes sin revocar, de que el albañil cobra la semana el viernes y se la gasta toda en vino o un montón de cosas que pintaban un mundo del conurbano profundo de otra manera que la que se suele hacer, más de expectación, tanto de derecha como de izquierda. Para mí eso era una mina de oro”, señala a NOTICIAS.
Así, el documental “Stand up villero. Humor del conurbano profundo”, aparece como el broche de un camino que trazaron desde el barrio y que les significó un cambio trascendental en sus vidas. Quilici llegó a “Comedy Central”, el máximo canal de comedia, y vive del stand up y la escritura. Matías sigue su trabajo en fábricas, pero también se dedica al stand-up e incursionó en el teatro. Y Ruiz estudió la carrera de producción y operación en medios, trabaja en una radio y sigue haciendo shows.