Mundo Villa en DTVPerfiles

“El proceso de urbanización fue más un proceso de gentrificación en el Barrio Mugica” 

 Ariel es vecino de la villa 31 y uno de los fundadores de la cooperativa distribución satelital Mugica. Una cooperativa que se dedica a distribuir la televisión por cable. Ahora, creció enormemente y lograron formar una empresa.

JOAQUÍN RAMOS: ¿Cómo nació Copamuco?

ARIEL LUGONES: Copamuco nació en el 2014, donde pudimos regularizar la situación. Junto con Victor Ramos, fue el primer canal 31 que se realizó en el barrio, con Adams Ledesma.

JR: En ese momento, cuando un vecino prendía la tele ¿Qué podía ver?

AL: Y… no, no había muchas opciones, las opciones eran DirectTV o cablevisión. A la hora de instalarte el servicio estaba a la orden del día pero cuando un vecino tenía un problema, se volvía eterno y no había solución.

EMILIA ROJAS: Y no llegaban a todas partes del barrio, eso hay que aclararlo. Siempre llegaba a unos pocos y eran zonas centradas del barrio, entonces el resto no podía acceder al cable.

AL: Exactamente, la periferia del barrio no podía tener acceso a ninguna información. De hecho, ese fue el motivo por el cual nosotros hicimos el pedido al CONFER. Tener un canal propio y trabajar con Mundo Villa que ahí estaba muy a la delantera con este proceso de informar los problemas que aún hoy tenemos. Lo que hizo la pandemia fue sacar el velo a todos los problemas que tenía la sociedad. La comunicación y el internet jugó un papel fundamental. Después del 2014 se formaron más cooperativas de telecomunicación y nosotros salimos de Copamuco y formamos Mugica conecta, otra cooperativa de comunicaciones. Ahora en el barrio hay cuatro cooperativas y otras que vienen de afuera.

JR: Y todas trabajan en telecomunicaciones brindan servicios de internet y TV

ER: Sobre todo internet ¿No?

AL: Si, el problema que hay con internet es el consumo, el material. Muchos de los materiales que se utilizan en la telecomunicación son recursos escasos. Hoy tenemos problemas con los dólares y eso hace que les cueste a las cooperativas sustentarse.

ER: Durante la pandemia fuiste uno de los que integró el comité de crisis con vecinos y vecinas que estuvieron a la cabeza, reuniéndose al aire libre con mucho frío y viento para trabajar el tema alimentario, sanitario y de conectividad. El comité estuvo a la cabeza y pudo responder a muchos de los problemas y denuncias que surgieron ¿Cómo fue ese proceso? ¿Cómo es que un día decidieron armarlo?

AL: Ahí íbamos en contramano de todo lo que en el mundo se decía. La OMS decía que debía haber un aislamiento y que la única manera de sostener esa pandemia era lavarse las manos porque no había una vacuna. Estoy hablando del comienzo del 2020. En ese momento veíamos que la parte más afectada iba a ser los barrios populares. Si nos quedábamos en nuestra vivienda el problema y las muertes iban a ser mayores. Los barrios populares tienen eso de organizarse enseguida, como la iglesia o ayudar a un vecino, la unión de los delegados. 

El barrio está en un proceso de urbanización. En el año 2018 el interventor, que era Diego Fernandez , salió a decir que el Barrio Carlos Mugica iba a gozar de todos los servicios como cualquier otro barrio de Buenos Aires pero la realidad fue otra. El proceso de urbanización fue más un proceso de gentrificación y cuando llegó el 2020, que el mundo se encuentra paralizado y patas para arriba, el barrio no tenía agua, entonces uno se preguntaba ¿Cómo hacemos? y la verdad que es muy grave lo que pasó. Yo creo que este funcionario hoy tendría que dar respuesta a muchas cosas que en el barrio fueron pasando. Si yo les digo que el cable está pelado, se los vuelvo a repetir, no me escuchan y viene una persona y toca ese cable ya no es un accidente. Nosotros veníamos hablando con las autoridades, que en ese momento era la secretaría, que tenía que ver los puntos flojos de los servicios

JR: ¿Cómo fue tu proceso en la pandemia? ¿Cómo fue con tu trabajo? ¿Cómo estás ahora? 

AL: Nosotros armamos el comité de crisis y fue el primero que se creó en Capital y fue también el primer lugar en el que se lanzó el detectAR porque en ese momento solo era rastreo de las personas y aislamiento. No teníamos la vacuna. La gente venía con familias enteras, por eso, era todo un proceso de decidir. Trabajamos mucho con Gabriel Sanchez, el Comunero que también es médico, y con las mujeres estuvieron en la primera linea de trabajo, dentro de los comedores comunitarios. Fue un trabajo colectivo terrible. La iglesia, junto con el Padre Willy y el padre Guillermo, se pusieron al hombro la pandemia y estuvieron siempre predispuestos. 

ER: Veíamos a los referentes o las personas que iban a ayudar que se iban aislando o internando por estar al servicio del otro. Vos fuiste uno de ellos ¿Cómo se sale de eso? ¿Cómo se organizaron con el aumento de casos?

AL: Sí, la verdad que yo estudié enfermería y sabía un poco cómo manipular las cosas pero a veces sucedía que no podíamos andar con los guantes porque teníamos que salir todo el tiempo. Igualmente usábamos las antiparras y los barbijos pero es como que estabas en el ojo del huracán. Me acuerdo que una de las discusiones era que la secretaría o el gobierno de la ciudad querían que los vecinos del barrio hagan el aislamiento dentro del barrio y nosotros decíamos que no porque las viviendas son verticales. De adentro salen dos o tres familias que comparten el mismo pasillo, baño, todo. ¿Por qué a los turistas los llevaban a los hoteles y a los vecinos de los barrios populares les decían que lo cumplieran dentro de su casa? No nos olvidemos que el virus vino en avión, no de la Matanza. Ahí, nosotros como comité de crisis salíamos y estábamos todo el tiempo. 

JR: La villa 31 se la ve como una de las villas que más fuerte se implementó un proceso de urbanización. Para bien o para mal tiene intervención comparado con otras que tienen poco y nada. Hoy se ve que se avanzó muchísimo sobre uno de los puntos conflictivos: la relocalización del bajo autopista ¿Cómo está esa situación? Para dar contexto a las personas que no saben, abajo de la autopista Ilia, que cruza la villa 31, estaban las viviendas y todas las familias fueron relocalizadas a unas nuevas. Ahora se demolió una gran parte. ¿Cómo está esa situación?

AL: Yo creo que el barrio tiene una lucha de más de 50 años y con el tema de la urbanización, el desarraigo es el tema que más se toca. Yo, como vecino del barrio, digo que no hay un proceso de urbanización, como dije recién, hay un proceso de gentrificación. Te digo esto porque los que están encargados de la regularización dominial, de mejorar todas las aperturas de calles y todo, nunca se trabajó con los vecinos. No fue participativo. De hecho, la vivienda no es solamente en el barrio Carlos Mugica, sino en el playón de Chacarita, en la Rodrigo Bueno, en la Papa Francisco, en todos esos lugares donde hubo un proceso realmente de urbanización y que la mano de obra también era de los vecinos y vos vas al barrio Padre Carlos Mugica y ves las viviendas en los lugares que yo te nombré y vos decis ‘Che bueno, 400 mil millones de dólares que dió el banco interamericano de desarrollo y ves los materiales está claro que no es urbanización’.

ER: Además hay muchas denuncias de los vecinos, sobre filtraciones de agua, que las paredes se rompen, que están mal hechas, que no tienen conexión, porque es ahí que trabajan mucho las organizaciones sociales y la mesa de organización. Se dice que a las apuradas empezaron a relocalizar a los vecinos y esos edificios no estaban terminados.

AL: Sí, la verdad es que en el 2009 surgió la ley 3343 que es la ley que estuvimos peleando junto con la facultad de arquitectos, la mesa de Urbanización, está representada por vecinos, arquitectos, sociólogos, la defensoría del pueblo. Es una mesa multidisciplinaria. La verdad que con la ley 6129 no pasó eso. Ahí sacaron las cosas que por ahí decían que era lo mejor para el barrio, pero no hubo una participación en cuanto a ver qué material el vecino quería para construirse una viviendas, cosas que hasta el día de hoy hay problema. Las aperturas de calle ahora vienen con el protocolo con la formalización del servicio y no está nada claro. No están contemplados los comerciantes.

ER: ¿Qué se hace con eso? Por  ejemplo con la apertura de calles que es un gran problema sabiendo que hay lugares donde la ambulancia no puede acceder. Donde cuesta llegar a los pasillos en Barrio Ferroviario, Barrio San Martín ¿Hay algún proyecto? ¿Se está trabajando sobre eso?

AL:  Nosotros lo que le venimos diciendo hace bastante a la secretaría, que ahora es la UP, es que cambie la actitud, que escuchen a los vecinos. Ahora se votó y soy el nuevo delegado electo. Donde yo estoy hay 22 delegados y una consejera y nos vienen citando todo el tiempo. Ya es la tercera reunión que tenemos pero con la consejera no hay ninguna. Debería ser al revés, nosotros como delegados deberíamos juntarnos con la consejera, plantearle todos los problemas que tiene cada delegado en su manzana para que ella se encargue de los problemas externos del barrio en cuanto a los problemas de agua, eléctrico, salud. Tenemos a los CESAC donde no hay especialistas. El covid dejó a muchas personas mayores con problemas de movilidad y si no tenemos profesionales ¿Dónde está el Estado y el Gobierno de la Ciudad?

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