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Los contagios en las villas de la Cuidad no tienen techo.

Esta pandemia nos encontró a todos los habitantes de las villas de la cuidad, por lo menos, intentando remontar cuatro años de crisis económica y social, después de unos meses, donde parecía que el sol iba a volver a brillar, nos golpea esta gran tormenta, que azota a todo el planeta.

Por Dalma Villalba

En pocos días el número de contagiados, por ejemplo en la Villa 31, se duplico, fácilmente. Y eso que no contamos con los números exactos de los infectados, ya que hay muchos asintomáticos.


Esta pandemia, nos encontró a todos los habitantes de las villas de la cuidad, -por lo menos- intentando remontar cuatro años de crisis económica y social, después de unos meses, donde parecía que el sol iba a volver a brillar, nos golpea esta gran tormenta, que azota a todo el planeta.
Todos los cuidados de prevención, son difíciles de cumplir, pero mucho más lo son para los vecinos y vecinas de las villas, donde el slogan del #QuedateEnCasa, ya no aplica, quizás iba a funcionar unos días, pero después de más de 40 días de encierro, todo se va volviendo demasiado duro.

La propuesta de #QuedateEnTuBarrio tampoco nos ayuda, ya que muchos de los vecinos están poniendo en el cuerpo, en los lugares mas complicados, como trabajadores de la limpieza, los enfermeros, encargados de edificio, trabajadores precarizados de repartidores de cosas, y cualquier trabajo que se le parezca a quienes recién ahora, les estamos reconociendo como sociedad, lo importante que son en nuestras vidas.


Las recomendaciones que nos dicen todo el tiempo, no todos los podemos cumplir, como algo tan básico de “lavarnos las manos”, cada 30 minutos, ¿Cómo se hace eso si en la villa 31 no hay agua? Como cumplir con el protocolo de bañarse cada vez que uno vuelve a su casa, si desde el verano hay sectores de la Villa mas “famosa” de la cuidad sin agua, y menos agua potable. La respuesta de la Secretaria Social y Urbana, fue mandar camiones para que la gente pueda cargar algunos baldes y sus tanques, una imagen que ya tiene mas de 20 años en la villa. Despues de tanta inversión, de los últimos tiempos, retrocedimos mas o menos 20 años, y esto nos encuentra en un contexto de crisis económica y sanitaria.

PH: Bachilleratos Populares MP La Dignidad


¿Cómo aislamos a los abuelos, sino en una casa muchas veces no hay ni subdivisión de habitaciones, y otras veces la casa, es solo una pieza con baños compartidos con los vecinos? Realmente es un muy difícil ¿no?. Nos piden que desinfectemos los objetos mas utilizados todo el tiempo, y como se pude desinfectar una escalera que va desde la plata baja hasta un cuarto piso, que es la única entrada de muchos vecinos a sus casas, ¿Cómo se puede hacer eso?, el hacinamiento que se vive, realmente muy tremendo, ni hablar de la Villa 21-24 de Barracas, que es la villa con mas habitantes por metro cuadrado de la Cuidad.


¿Cómo se puede estudiar en este contexto, si aveces solo hay una mesa en cada casa, y esa tiene que servir para todo, otras veces solo hay un celular con internet, y otras muchos veces los padres solo saben prender una computadora. Sabemos que son muchas cosas sin resolver.

Y otras que con o sin pandemia, no tienen solución, como el maltrato hacia las mujeres, el hambre de todo un país, que vive en bajo de la línea de la pobreza, o con un trabajo en negro o en gris, para que estas cosas no resovieran no fue necesario la aparición del COVID-19, solo basta con el desinteres del Estado o su negligencia constante.

Lo único esperanzador en un contexto tan terrible, son las personas, las buenas personas, los vecinos y vecinas de las villas, que están dando hasta lo que no les sobra para los que realmente necesitan, algunos hacen barbijos para regalar, otros donan alimentos no perecederos para las cientos de ollas populares que se están armando, otros colaboran compartiéndose el wifi, algunos poniendo música para todos, o donando los bolsones de comida a quienes realmente les hace falta, las Parroquias que aprendieron de Francisco, a ser una iglesia pobre para los pobres, que esta ayudando a las personas mayores a realizar la una mejor cuarentena en algunas capillas, ya que a veces eso es casi imposible en sus casas, o acercándoles los alimentos para que ellos no salgan, también a algunas organizaciones sociales, que realmente estas comprometidas con el barrio, que son pocas, pero nos reafirmar que la política no es mala, malos son los seres que en su nombre, se cagan en el pueblo.

Se vienen tiempos muy duros, es fundamental mantener la sonrisa y la esperanza, seguir guardando los abrazos, porque cuando el COVID-19, solo sea un mal recuerdo, la tarea de reconstruir que tendremos cada uno de nosotros, será mucho mas dura que haber sobrevivido a la pandemia.

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