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Gabo Ferro eterno, su arte inmortal

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Por Mercedes Acosta.

En cada sábado 8 de octubre de 2020 era un día nublado. Se esperaba una máxima de 22°, pero la temperatura apenas superó la mínima. Y en ese momento, con ese clima gris, nos enteramos por redes de la muerte de un gran artista: Gabo Ferro. Cantante, poeta, historiador, anarquista. “La silla de pensar” se tituló el texto que escribió al saber que el cáncer había reaparecido. Un hombre comprometido con la realidad, con la vida, con las luchas obreras.

«Ay, asesinos…» canción que abre el álbum CUERPO, “Canciones para Mariano Ferreyra” eriza la piel y agita el sentir. En todas sus canciones encontramos versos que acompañan las luchas nuestras, como la búsqueda de hijos y nietos desaparecidos en la última dictadura militar («Los que quieran»), letras que nos muestran una realidad que duele. Un conocerse, un abrirse.

«La silla de pensar» – Gabo Ferro:

 «La silla de pensar» 

La vida no sobra

La muerte nos obra

Una flecha partió la cuerda

Del reloj

Hicimos el nido

En el árbol prohibido

En la rama del gato más feroz

Dimos a luz

Pero no lleves a este ardor

Que la razón solo adorna el dolor

La silla de pensar hoy

No es un buen lugar

Afila mi rosa su espina

Se enfila se hace luz

La bestia se soltó

El mal reconoce a los suyos

Por los que van a ahogar Faroles en el mar

Que cuando nos anclen la noche

Nos vamos a abrazar

De luz a luz

Su furia descampa

Amaina la trampa

Con cuánta claridad se ve

Su oscuridad

Pegan y pegan

Qué extraña es su fuerza

Que esperan les demos caer

Y les damos volar

Pero hasta que yo elija morir

Vos no vas a poder matarme

Ni una herida sutil

Tal vez un huracán, tal vez

Que el ojo de tu miseria

Conforme es su puñal

Y atraviese mi flor, no

La silla de pensar hoy

No es un buen lugar

Faroles en el mar

Que cuando nos anclen la noche

Nos vamos a abrazar

De luz a luz ¹

Su música nunca dejó de ser política, desde su banda Porco (1994-1997) hasta su lanzamiento como solista en 2004 con Canciones que un hombre no debería cantar. Pero supo diferenciar entre la política y la politiquería. En varias entrevistas y charlas solía decir:

“La política partidaria me asquea. Una política de favores, donde tenés a dos partidos supuestamente opositores apoyando la misma ley y te quedás con la boca abierta. ¿En qué momento hubo comunión acá, qué me perdí? El lobby es de las peores cosas que le pasaron a los congresistas. Los malos jugadores de ajedrez son lo peor que le ha pasado al ajedrez. Hay momentos en que soy más anarquista. Descreo de la política partidaria. Pero no soy un necio: cuando veo que se hacen cosas piolas, apoyo.”

Fue historiador y, además de enseñar en la prestigiosa UBA, publicó cuatro libros:

· Barbarie y civilización: sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas (1835-1852).

· Degenerados, anormales y delincuentes. Gestos entre ciencia, política y representaciones en el caso argentino.

· Costurera Carpintero. Antología de letras de canciones de Gabo Ferro, con prólogo de Diana Bellessi.

•Recetario panorámico elemental.

¿Cómo terminar esta nota?

Quizás recorriendo sus letras.

Sabiendo que Dios le ha pedido un beso,

que en el cielo hay anzuelos,

que en el mausoleo una lápida dice: “Loco, pronto te espero”.

Y para nosotros… hay una guerra allá afuera, y nos están invitando.

Hay vida que se convida.

Tenemos que merecer nuestra lengua.

Lloramos, abrimos los ojos y seguimos bailando como nuestro cuerpo quiera.

Reclamemos nuestro espacio.

Si sigo, no termino más…

En los comentarios, agreguen ustedes., agreguen ustedes.

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