Sociedad

Asumió el nuevo Obispo Villero, Jorge García Cuerva

Jorge Ignacio García Cuerva reemplazó a Mario Poli y tiene una destacada trayectoria en los barrios populares del conurbano bonaerense.

El arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva asumió su labor pastoral en la ciudad de Buenos Aires cuando asuma el cargo en reemplazo del cardenal Mario Poli. La ceremonia se llevará a cabo con una misa en la Plaza de Mayo, frente a la Catedral Metropolitana, a la que están invitadas a autoridades políticas y representantes de diversos ámbitos.

En días recientes, se reveló el emblema episcopal de García Cuerva, que lleva la significativa frase “No apartes tu rostro del pobre”. Este emblema está compuesto por cinco símbolos de gran relevancia: la cruz, el báculo, la representación de la tierra, el techo de chapa -haciendo referencia a las villas y la realidad de la pobreza- y una estrella.

García Cuerva, de 55 años, es reconocido como un obispo con amplios conocimientos académicos, así como una profunda experiencia pastoral, destacándose especialmente en el ámbito carcelario. Además, tiene una destacada trayectoria social en los barrios populares del conurbano bonaerense.

“Yo quiero ser el pastor de todos, especialmente de aquellas ovejas más heridas, de aquellas ovejas que más sufren, especialmente de aquellos que se sienten excluidos, marginados y aquellos que sufren la cruz del dolor de la enfermedad”, dijo en sus primeras palabras tras ser conocida su designación, semanas atrás.

A finales de junio, el papa Francisco otorgó el palio bendecido al recién nombrado arzobispo de Buenos Aires en una ceremonia llevada a cabo en la Basílica de San Pedro. Durante el evento, el Sumo Pontífice instó a los líderes de las arquidiócesis de todo el mundo a comprometerse activamente “en los barrios, en la sociedad civil, en la Iglesia y en la política“.

El palio arzobispal es un ornamento que usan el Papa y los responsables de arquidiócesis metropolitanas durante las misas.

Quién es García Cuerva

La designación de García Cuerva como arzobispo de Buenos Aires se hizo pública el 26 de mayo, después de que el Vaticano aceptara la renuncia presentada por el cardenal Mario Poli, quien había alcanzado la edad de 75 años el pasado 29 de noviembre de 2022. Posteriormente, se designó a Poli como administrador apostólico de Buenos Aires, otorgándole las facultades de arzobispo arquidiocesano hasta que su sucesor asumiera el cargo de manera canónica.

Nacido el 12 de abril de 1968 en Río Gallegos, García Cuerva es reconocido por su destacada trayectoria académica, siendo abogado y teólogo. Además, se destaca por su profundo compromiso pastoral, habiendo ejercido como capellán en diversas instituciones penitenciarias y desempeñado el cargo de secretario de la Pastoral Carcelaria del Episcopado.

Sirvió como párroco en la populosa villa La Cava, en San Isidro, así como en otras villas del conurbano bonaerense. Su labor pastoral lo llevó a ser reconocido como un “pastor con olor a oveja“, tal como lo mencionó el papa Francisco en referencia a aquellos sacerdotes que tienen un profundo compromiso y cercanía con la realidad de las personas.

“Aquí, en la diócesis del fin del mundo, fui aprendiendo a ser obispo diocesano junto al pueblo, soñando juntos un Iglesia hospital de campaña como nos dice el Papa”, fueron algunas de sus primeras palabras tras la designación, en una carta difundida a través de las redes sociales.

El recién designado arzobispo de Buenos Aires proviene de una familia de clase media de la ciudad de Buenos Aires. Es hijo de Jorge Antonio García Cuerva, un odontólogo y comodoro retirado de la Fuerza Aérea Argentina, y de Graciela García Cuerva, una docente.

En 1986 inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Durante ese tiempo, también comenzó a realizar labores pastorales en los barrios populares de El Palito y El Garrote, ubicados en la localidad de Tigre. Fue en ese contexto que descubrió su llamado al sacerdocio, que lo llevó a interrumpir sus estudios de abogacía, que retomaría más adelante.

El 14 de marzo de 1989, García Cuerva ingresó al seminario de la diócesis de San Isidro y fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1997 en la Catedral de San Isidro por el entonces obispo Jorge Casaretto.

En su carrera como sacerdote, García Cuerva desempeñó su labor en la diócesis de San Isidro, donde comenzó su ministerio en los barrios populares del conurbano. Durante este tiempo, ocupó el cargo de vicario parroquial en la Iglesia Nuestra Señora de la Cava, ubicada en La Cava, una reconocida villa de emergencia en la localidad de Beccar.

En 2006 pasó a ser párroco de la Iglesia Santa Clara de Asís en la localidad de El Talar, partido de Tigre, en los barrios populares San Pablo y Almirante Brown; y en 2014 volvió a La Cava como párroco. Fue miembro de la Comisión Nacional sobre la Drogodependencia de la Conferencia Episcopal Argentina (hasta el año 2013).

En el ámbito de la pastoral carcelaria, García Cuerva desempeñó importantes roles y responsabilidades. Desde el año 1997, fue delegado diocesano de la Pastoral Penitenciaria en la provincia de Buenos Aires. Además, ejerció como capellán de diversas unidades carcelarias en la misma provincia a partir de 2011.

Su labor en este campo fue reconocida a nivel regional e internacional, ya que fue designado delegado regional de la Pastoral Carcelaria y representante de América Latina y el Caribe ante la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica (ICCPPC) en los años 2010 y 2017.

 

Fuente: Perfil

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